¿Por qué se pone amarilla la palma?

Las matas de palma son una opción excelente para darle un toque tropical y exótico a tu jardín. Existen muchos tipos de palmeras que se adaptan a diferentes climas y condiciones, desde las más resistentes al frío hasta las más delicadas al calor. Las palmeras son plantas fáciles de cuidar, solo necesitan un suelo bien drenado, una exposición al sol y un riego moderado. Además, aportan altura, elegancia y sombra a tu espacio exterior
En muchas ocasiones podemos ver como las hojas de nuestras palmeras pierden el color verde y se vuelven amarillentas. Existen varias causas que pueden provocar este problema, y en este artículo te las vamos a enumerar y a darte algunas recomendaciones para evitarlo o solucionarlo.
Las causas más comunes de que las hojas de la palma se pongan amarillas son:
- Falta o exceso de riego: Las palmeras necesitan un suelo bien drenado y una humedad constante, pero no encharcado. Si el suelo está demasiado seco o demasiado mojado, las raíces pueden sufrir y no absorber los nutrientes necesarios para mantener el color verde de las hojas. Para evitar esto, hay que regar las palmeras con regularidad, pero sin pasarse, y asegurarse de que el agua no se estanque en el fondo de la maceta o del hoyo donde están plantadas.
- Falta o exceso de abono: Las palmeras también necesitan una alimentación equilibrada para crecer sanas y fuertes. Si el suelo es pobre o está agotado, las hojas pueden perder el color por falta de hierro, nitrógeno u otros elementos esenciales. Por otro lado, si el abono es demasiado fuerte o se aplica en exceso, puede quemar las raíces y provocar el mismo efecto. Para evitar esto, hay que abonar las palmeras con un producto específico para ellas, siguiendo las indicaciones del fabricante y sin excederse en la dosis o la frecuencia.
- Plagas o enfermedades: Las palmeras pueden ser atacadas por diferentes plagas o enfermedades que afectan a su salud y a su aspecto. Algunas de las más comunes son los ácaros rojos, los pulgones, los hongos o las bacterias. Estos organismos pueden debilitar las palmeras y hacer que sus hojas se pongan amarillas, marrones o negras. Para evitar esto, hay que revisar periódicamente las palmeras y aplicar los tratamientos adecuados si se detecta algún problema. También es importante mantener una buena higiene y eliminar las hojas secas o enfermas que puedan servir de refugio o alimento a los parásitos.
¿Qué hacer si nuestra palma se ha puesto de color amarillo?
Si ya hemos identificado la causa del problema y hemos tomado las medidas necesarias para solucionarlo, podemos intentar recuperar el color verde de las hojas afectadas. Para ello, podemos seguir estos consejos:
- Podar las hojas amarillas: Si solo son unas pocas hojas las que están amarillas, podemos podarlas con cuidado para eliminarlas y favorecer el crecimiento de nuevas hojas verdes. Hay que usar unas tijeras o una sierra bien afiladas y desinfectadas, y hacer un corte limpio y lo más cerca posible del tronco. También hay que tener en cuenta la forma natural de la palmera y no podar más de lo necesario para no desequilibrarla o deformarla.
- Aplicar quelatos de hierro: Si el problema es por falta de hierro, podemos aplicar quelatos de hierro al suelo o al agua de riego para corregir esta deficiencia. Los quelatos de hierro son unas sustancias que facilitan la absorción del hierro por parte de las plantas y ayudan a recuperar el color verde de las hojas. Hay que seguir las instrucciones del producto y no abusar de él para no causar otros desequilibrios.
- Trasplantar la palmera: Si el problema es por un suelo inadecuado o por un espacio insuficiente para el desarrollo de la palmera, podemos trasplantarla a otro lugar donde tenga mejores condiciones. Hay que elegir un sitio con buena luz, buen drenaje y suficiente espacio para que la palmera pueda crecer sin problemas. También hay que elegir un momento adecuado para el trasplante, preferiblemente en primavera u otoño, cuando la temperatura no sea ni muy alta