¿Como limpiar una escoba?

La escoba es un utensilio de limpieza que puede acumular suciedad, polvo, cabellos y pelusas con el uso. Si no se limpia correctamente, puede perder eficacia y dejar rastros de suciedad en el suelo.
¿Porque se debe limpiar la escoba?
Limpiar la escoba es importante por varias razones.
- alarga la vida útil de la escoba y evita que se deteriore o se rompa.
- mejora el rendimiento de la escoba y permite barrer el suelo con más facilidad y rapidez
- previene la propagación de bacterias y gérmenes que pueden causar malos olores o enfermedades.
Paso a paso
Aquí te explicamos detalladamente un procedimiento para limpiar la escoba y dejarla sin pelusas ni cabellos.
Sacudir la escoba
Lo primero que debes hacer es sacudir la escoba con fuerza para eliminar el polvo y las partículas más sueltas que se hayan adherido a las cerdas. Puedes hacerlo al aire libre o sobre un cubo de basura para evitar ensuciar el suelo. También puedes usar un cepillo de dientes viejo o un peine para desenredar los cabellos y las fibras que se hayan enredado entre las cerdas.
Lavar la escoba
El siguiente paso es lavar la escoba con agua y jabón para eliminar la suciedad más profunda. Puedes usar un detergente líquido o en polvo, o bien un jabón neutro o antibacterial. Llena un recipiente con agua tibia y añade el jabón elegido. Sumerge la parte de las cerdas en el agua jabonosa y frota con las manos o con un cepillo para limpiarlas bien. También puedes usar una manguera o un chorro de agua para enjuagar la escoba.
Desinfectar la escoba
Si quieres desinfectar la escoba y eliminar los gérmenes y bacterias que puedan haberse acumulado, puedes usar vinagre blanco o lejía. Añade una taza de vinagre o una cucharada de lejía por cada litro de agua y mezcla bien. Sumerge la parte de las cerdas en la solución desinfectante durante unos 15 minutos. Luego, enjuaga con agua limpia y abundante.
Secar la escoba
El último paso es secar la escoba correctamente para evitar que se forme moho o mal olor. Puedes usar una toalla o un trapo para quitar el exceso de agua y luego colgar la escoba boca abajo en un lugar ventilado y alejado de la luz directa del sol. Deja que se seque completamente antes de guardarla o volver a usarla.
Con estos sencillos pasos podrás limpiar la escoba y dejarla sin pelusas ni cabellos, y así prolongar su vida útil y mejorar su eficacia. Te recomendamos repetir este procedimiento cada dos o tres meses, o cada vez que notes que tu escoba está sucia o deteriorada