¿Como evitar que la pasta se pegue?

cocinar pasta sin que se pegue

La pasta es uno de los alimentos más versátiles y deliciosos que existen, pero también puede ser un desafío cocinarla correctamente. ¿Quién no ha sufrido alguna vez al ver que su plato de espaguetis, fideos o tallarines se ha convertido en una masa pegajosa y sin sabor? Para evitar este problema, hay algunos trucos y consejos que podemos seguir. Aquí te los contamos.

  • Lo primero que debemos hacer es elegir una olla adecuada para la cantidad de pasta que vamos a cocinar. La regla general es usar un litro de agua por cada 100 gramos de pasta seca, y una olla lo suficientemente grande como para que el agua cubra la pasta y quede espacio para que hierva sin rebosar. Así evitaremos que la pasta se amontone y se pegue entre sí.
  • Lo segundo es poner a hervir el agua con sal y un chorrito de aceite de oliva. La sal ayuda a realzar el sabor de la pasta y el aceite evita que se pegue al fondo de la olla. Cuando el agua esté hirviendo, añadimos la pasta y removemos con una cuchara de madera para separarla bien. Es importante no romper la pasta al echarla en el agua, ya que eso hará que suelte más almidón y se vuelva más pegajosa.
  • Lo tercero es respetar el tiempo de cocción que indica el paquete de la pasta. Cada tipo de pasta tiene un tiempo diferente según su forma y grosor, y si nos pasamos o nos quedamos cortos, la pasta quedará demasiado blanda o demasiado dura. Lo ideal es cocinarla al dente, es decir, que quede firme pero no cruda por dentro. Para comprobarlo, podemos probar un trozo de pasta o cortarlo con un cuchillo y ver si tiene un punto blanco en el centro.
  • Lo cuarto es escurrir la pasta cuando esté lista, pero sin enjuagarla con agua fría. Al hacerlo, eliminamos el almidón que recubre la pasta y que ayuda a que se adhiera mejor a la salsa. Además, enfriamos la pasta y perdemos temperatura y sabor. Lo mejor es escurrirla bien y devolverla a la olla caliente con un poco de mantequilla o aceite para que no se seque ni se pegue.
  • Lo quinto es servir la pasta inmediatamente con la salsa de nuestra elección. No debemos dejar que la pasta repose demasiado tiempo en la olla o en el plato, ya que se resecará y perderá textura. Lo ideal es mezclar la pasta con la salsa justo antes de servir, o bien calentar la salsa aparte y verterla sobre la pasta en el momento de comer.

Siguiendo estos sencillos pasos, podremos disfrutar de una pasta perfecta, suelta, sabrosa y al dente. ¡Buen provecho!

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